Un eterno enamorado del trabajo

 Un eterno enamorado del trabajo

Por Juan Roa De Ávila



“Uno crece en la medida en que los que te rodean crecen. Por muy alto que estés, nunca te olvides de la gente que te ayudó”.

“Me atrevo a decir que Mr. Chuzz partió la historia de las comidas rápidas en Barranquilla en dos”.

Con esta frase que sobresale de su acento paisa, Juan Guillermo Correa, del Grupo Económico Correa & Ramírez, nos recibe en el ambiente silencioso y decorado de su oficina.

Al tiempo que fija su mirada en el retrato que conserva de sus tres hijas, este barranquillero de cabello largo, mirada achinada y elegancia al vestir recuerda un pasaje de vida, cuando sus padres, oriundos  del municipio de Jericó, Antioquia, decidieron emigrar a Barranquilla en busca de mejores oportunidades. 

Estaba ad portas de terminar sus estudios secundarios. Con sus esperanzas depositadas en la academia, al año siguiente logró ingresar a la Universidad del Norte, pero la no flexibilidad en los horarios lo indujo a trasladarse a la Universidad Autónoma del Caribe, donde finalmente se graduó como Administrador de Empresas.

Siempre abrazó la visión de darle a lo heredado un perfil más empresarial. En 1992, tomó las riendas de los negocios que hasta el momento su padre había consolidado en el sector del comercio, libranzas y apuestas.

Mientras resalta detalles, ‘Juan Gui’, como es conocido entre sus amigos, sube y baja el tono de voz, se acomoda el cabello, mira de un lado a otro su escritorio, levanta sus brazos para darle autoridad a su discurso y frota sus manos con frecuencia. A medida que lo observo concluyo que tiene una amplia experiencia de su mundo empresarial con anécdotas y más anécdotas.

Enamorado de Dios y atado a los principios católicos tiene claro el sentido de la vida. Lo definen  dos palabras: trabajo y humildad. Gracias a su filosofía fundada bajo el principio de la transparencia  se ha convertido en uno de los empresarios más importantes de la ciudad. “De mí dependen muchas personas y eso me compromete cada día más”, asevera. 



Sus hijas Laura, Mariana y  Sara: el motor de su vida.

Hoy por hoy, Mr Chuzz, (que nació como una idea fortuita de darle un estatus a las comidas rápidas en Barranquilla)  y, en general, su grupo económico ha logrado fortalecer la presencia en el sector financiero, inmobiliario, libranzas y comercio –con la propiedad de casi el 80% de locales comerciales en el Centro de la ciudad-, contribuyendo a la generación de empleo.

Ferviente seguidor del Junior de Barranquilla, siente el fútbol como parte esencial de su vida. Así como su consigna de defender lo propio de una región que le ha dado la mano. “El secreto de la vida es no tener secretos. Uno tiene que ser humilde aquí y en China”.

Para él, el visionario no se hace, nace. “Como el tiempo en la vida es corto lo importante es dejar una huella”.

Se describe como un amante de la música, aunque no le va tan bien con el baile. “Mis hijas dicen que tiene más sabor un hielo que yo”, afirma con jocosidad.

46 años acompañados de anécdotas y las que le faltan por vivir. Desde muy joven edificó las bases de lo que hoy por hoy significa la compañía que dirige a nivel nacional. Gracias a su gentileza es fácil adentrar en su personalidad. Un espejo de que las raíces del estudio son amargas, pero sus frutos son dulces. En fin, un modelo a seguir.

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